El cáncer infantil es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en la población pediátrica en México. Sin embargo, los avances en el tratamiento oncológico han propiciado el aumento en la tasa de supervivencia. Esto ha llevado a muchos sobrevivientes de cáncer infantil a enfrentar desafíos significativos en su atención médica a largo plazo. El seguimiento médico es fundamental para la detección y manejo de secuelas tardías del tratamiento oncológico, que pueden manifestarse incluso varios años después de haber concluido cualquier modalidad terapéutica. Sin embargo, diversos factores pueden influir en la adherencia al seguimiento, como la edad, la presencia de enfermedades crónicas relacionadas con el tratamiento y la percepción de la necesidad de chequeos médicos rutinarios. En este contexto, es crucial identificar la prevalencia del cáncer infantil y los factores asociados a la pérdida de seguimiento en los sobrevivientes, con el fin de desarrollar estrategias que optimicen su atención médica continua.