Abstract
La alta competitividad en los procesos electorales, las zonas de poder tradicional de los partidos y los estados sin alternancia en las
gubernaturas son componentes que alientan a los partidos a buscar estrategias que posibiliten nuevas configuraciones en la distribución de
los puestos de elección. Las coaliciones electorales se han convertido en el mecanismo común para la obtención de los puestos de poder en el
país, luego de concluido el período hegemónico en México.