Abstract
La alternancia presidencial en México en el año 2000, representó el fin del partido hegemónico y con ello, la práctica de los poderes metaconstitucionales presidenciales, ganando los gobernadores, más autonomía decisoria en su quehacer político. A pesar de esta nueva realidad política, se siguen registrando gobiernos subnacionales interrumpidos, como los casos que se presentaron en el sexenio presidencial de Enrique Peña Nieto (2012-2018)